Este perro, cuya patria está indicada por el nombre, tiene orígenes muy antiguos. También el Tibetan Spaniel, al igual que el Lhassa Apso, es criado durante siglos por los monjes lama de diversos monasterios, sin llegar, no obstante, a ensombrecer el honor y la fama del más conocido Lhassa. El Spaniel tibetano era, en efecto, utilizado en las casas más humildes, hasta el punto que se difundió con rapidez entre la población pobre del Sikkim. Es también por esto llevado a Europa desde finales del siglo XV por los misioneros cristianos. Sin embargo, pasaron muchos años antes que se difundiera, e incluso de su primera aparición en una exposición canina.